Nos negaron un derecho ganado en cancha
Luego de haberse ganado en cancha el derecho de ascender, la Sub-20 del Tigre fue castigada por dirigentes de la Asociación y como tal deberá jugar otro año más en una división en la que no tiene rival.
El desacierto de la Asociación, lamentablemente, pasó desapercibido entre los dirigentes atigrados que no se pronunciaron al respecto de dicha medida, la cual va en contra de los intereses del Decano y le niega una gran oportunidad al plantel juvenil más exitoso del Club. El siguiente es un artículo extraído del suplemento Marcas de La Razón y la opinión vertida en el mismo, en contra de los dirigentes del Club es de responsabilidad de los autores de la nota.
A los Sub-20 de The Strongest, que fue campeón de la Primera C de la Asociación de Fútbol, se les privó el ascenso y ahora se les niega una oportunidad de jugar en la Liga.
Jasmani Escóbar, Julio César Olmos, Ronald Cuba, Rubén Barra, Ricardo Medina, Franz Copari. Estos son algunos de los nombres de los jugadores Sub-20 de The Strongest, que probablemente no conocen los dirigentes atigrados. Este equipo ganó por paliza el torneo de Primera C de la Asociación de Fútbol de La Paz y se le privó el ascenso de división por el inconsistente argumento de que el Tigre tiene un equipo en la Liga. Algo así como el pecado de Edipo: los hijos pagan los pecados de los padres.
Estos jóvenes jugadores tampoco tuvieron su oportunidad de probarse en el primer equipo y postular por un puesto en el equipo liguero. "Es un gran equipo. Tiene jugadores de grandes condiciones que sus directivos seguramente no los conocen", dijo un dirigente de la Asociación de Fútbol, que no es seguidor del equipo aurinegro.
Lo que ocurre en la entidad atigrada pasa en el resto de las instituciones. Se prefiere contratar a jugadores que vienen del exterior, algunos de ellos lesionados, que terminan por obnubilar a los encargados de las instituciones porque tienen representantes muy locuaces. Aquella frase "consuma lo nuestro", una invitación a priorizar los productos nacionales, no sirve en el fútbol boliviano porque se impone la mentalidad de creer que todo lo que viene de afuera es mejor que lo que se produce en el país.
Para estos jóvenes que hace tres años eligieron jugar en el equipo oro y negro se les acabó el tiempo del fútbol. Saben que aunque vuelvan a ganar por goleada el próximo torneo de la Primera C no podrán ascender, la posibilidad de jugar en la Liga Profesional es, hasta ahora, un sueño inalcanzable, y va a ser difícil que consigan su pase a otra institución porque no cuentan con los medios económicos para comprar su pase.
Este hecho muestra que los dirigentes no tienen la voluntad de promocionar a nuevos jugadores nacionales, poco les interesa el trabajo que realizan en las divisiones inferiores y siguen sometidos a caprichos que los vuelven reglamentos.
Si estos argumentos no son convincentes, tal vez sea conveniente que los medios de comunicación inviten a ver a estos jugadores con este rótulo: vayan a verlos, peor no podían jugar, es un equipo al que lo golean todos, sus integrantes tienen aptitud para cualquier cosa menos para el fútbol; para colmo de males son bolivianos.
Nota de la Fiebre Amarilla:
Aunque creemos que los dirigentes de The Strongest deberían darle mayor atención a los jóvenes valores del Club, entendemos que en esta temporada la prioridad es lograr el campeonato nacional.
Siendo así, los riesgos que corre el directorio al poner a jóvenes sin experiencia liguera para buscar el ansiado título son demasiado grandes.
(Además, seamos honestos, ningun dirigente en sus cabales optaría por seguir la receta que recomienda el autor de la nota citada, porque cuando llegan los fracasos el periodismo es el primero en culpar a los dirigentes de poner a "juveniles inexpertos"; eso pasa hasta con la selección nacional).
Por tanto, la prioridad es formar un equipo competitivo, con jugadores de experiencia que hayan logrado destacarse en las lides ligueras.
Claramente, ese no es el caso de los Sub-20, que bajo todo punto de vista merecen oportunidades para mostrar sus cualidades en primera.
Pero esas oportunidades no deben llegar en detrimento de oportunidades que se les pueden dar a jugadores experimentados, nacionales y/o extranjeros, que nos garantizen la obtención de otro título nacional.
La dirigencia atigrada debería ser más proactiva en su afán de conformar un semillero a la altura del Club, sobre todo para que los jóvenes valores puedan, en el futuro, jugar en primera.
Es una oportunidad que los propios dirigentes se la niegan al Club por el que trabajan, pero entendemos que las circunstancias hacen que la situación sea esta. Con prioridades diferentes tendríamos resultados diferentes.
