Es verdaderamente indignante el grado de bajeza y oportunismo que demuestran algunos renombrados medios de comunicación del exterior para protestar el hecho de que sus seleccionados tengan que jugar en la "altura" de La Paz.
El apelo al sensacionalismo y a la verborrea vulgar, para consolidar esto que se volvió una guerra entre los grandes del fútbol Sudamericano contra Bolivia, ha sido una vez más el arma del periodismo barato practicado por medios como El Gráfico, Planetagol y otros que velan por los intereses de sus respectivos paises (Argentina, Uruguay y Brasil en su mayoria).
El manoseo del cual la ciudad de La Paz ha sido objeto es "inhumano". El último, y talvéz único, incidente registrado en el estadio Hernando Siles, este último miércoles en el partido Bolivia-Colombia, ha sido una vez más distorcionado, agrandado y utilizado para mellar la dignidad paceña, y cuando no, nacional. Es inconcevible que otros peguen el grito al cielo por un hecho, sin duda alguna, aislado y pretendan a toda costa buscar el cierre del estadio paceño.
Irónicamente, en países como Argentina, Uruguay y Brasil, los mismos que se dieron a la infructuosa tarea de hacer con que se vete a la "altura", los hechos de violencia en sus principales escenarios deportivos se viven a cada jornada; y muy por el contrario, en lugar de buscar el veto de los mismos a manera de solución (como lo quieren hacer con el Siles en este caso) quieren tapar con un dedo la realidad de violencia desbordada que los aqueja. Que ocurrencia!
Los mismos oportunistas muestran su horrible cara de nuevo.
Hacen uso del viejo y gastado libreto de la FIFA para evitar jugar en La Paz y dan muestras claras de que más que periodismo, su oficio es hacerle el juego desleal y mezquino a Bolivia.
A continuación transcribimos una nota de La Razón en la que el "periodista" de El Gráfico de Argentina, Diego Malconian, cuestiona al editor de deportes del matutino paceño.
¿Por qué Bolivia no juega en otro estadio?
- Por la misma razón por la que supongo Argentina juega en la cancha de River o de Boca. El local tiene el derecho
de elegir el campo que le garantice un buen resultado, porque no son precisamente estos partidos de carácter benéfico.
- Pero, Argentina juega siempre en River.
- Y Bolivia casi siempre juega en el estadio Hernando Siles. ¿Por qué no juega Argentina frente a Bolivia en la cancha de Liniers o Caballito, donde hay más residentes bolivianos?
La pregunta no tuvo respuesta del "periodista" argentino.
¿Considera usted que Bolivia debería recibir una sanción por el incidente del miércoles en el partido frente a Colombia?
- Eso está en manos del veedor y el árbitro que deben elevar su informe.
- Pero Bolivia merece una sanción, ¿está usted de acuerdo?
- Sí, la misma que debió recibir Argentina por haber montado una tramoya cuando el médico del equipo le cortó la frente al jugador Julio Cruz para hacer caer la navaja de la FIFA sobre Bolivia. ¿No le parece que Argentina debería haber quedado fuera de esta eliminatoria por esta farsa?
- Pero el juez asistente peruano recibió un botellazo en la cabeza.
- Perdone que le corte, no fue en la cabeza sino entre el cuello y la espalda.
- Es lo mismo.
- No es lo mismo, porque usted debe recordar la proporción que existe entre causa y efecto. Supongo que usted sabe este tema. Si me pregunta mi opinión, le digo que éste señor se dejó caer por el miedo, instinto, por farsa u otra circunstancia.
Fin del diálogo, luego que el periodista argentino averiguó los datos referentes al equipo en el que juegan cada uno de los seleccionados bolivianos.
Está más que claro quién es quién en esta guerra sucia tramada por el "periodismo" internacional. Los agresores e hipócritas recurren a los consabidos "males de la altura" para privarnos del derecho a jugar donde nos plazca; inclusive en oportunidades como esta, donde la altura no tiene nada que ver con un incidente aislado que por desgracia llegó a ocurrir en una cancha boliviana.
Los defensores del deporte tenemos una doble tarea: tenemos que defender el derecho de La Paz de ser cede de los partidos de la selección y tenemos que combatir al falso y parcializado periodismo!